18 May 2009

Homenaje a Mario Benedetti ¡¡¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!


Lento, casi flotando, perfume de magia y tiempo.
Ahora el silencio se llena de presencia,
palabras potenciales,
seres del aire,
mundos como enredaderas metafísicas,
flores blancas sobre la línea luminosa de la vida.
Despacito/
te fuiste diluyendo en la historia de este continente
que sangra fuego,
que grita huracanes,
que llueve lágrimas y brota con alegría…
Tu mano supo traducirla en palabras ardientes, líquidas, lapidarias.
Libros como terremotos, como alas y vino dulce…
un impulso con el que aprendimos el vuelo,
el amor por todo lo que late:
la ciudad, la historia, los compañeros, las compañeras…
la lucha, no rendirse y saber llorar.
No olvidar y celebrar la belleza que nos embarga,
el canto como conjuro para no dormirse,
la poesía como estandarte en la batalla.
La poesía como sueño,
como universo aglutinante,
como libertad…
la poesía, hoy impotente para decirte Mario, todo lo que convoca tu partida;
te nos fuiste,
dejando detrás un bullicio de fulanas y menganos,
exilios y tangos,
luchas iluminadas por tu voz mágica
jardines encantados,
edenes escondidos en los departamentos,
el hambre despierto/la urgencia de mundo,
las ganas de ser otra cosa.
Te fundiste en las parcelas de este camino;
fuiste palabra donde yo no,
guía en el laberinto del escriba.
chispas de luz,
vida que se multiplica,
brisa perfumada,
ciclo que no termina
…yo te celebro en esta mañana de vuelos

11 May 2009


GRAN ACTO por el TRIUNFO DEL Frente Farabundo Marti de Liberación Nacional en EL SALVADOR

VIERNES 15 19HS en FILO (Facultad de Filosofía y Letras)PUAN 480 AULA 108





FEDERACIÓN JUVENIL COMUNISTA

7 May 2009

Una pregunta que no tiene respuesta

Por Fidel Castro Ruz

A nuestro mundo no solo lo amenazan las crisis económicas cíclicas cada vez más graves y frecuentes. El desempleo, la ruina y las pérdidas fabulosas de bienes y riquezas, son inseparables compañeras de las ciegas leyes del mercado que rigen hoy la economía mundial. El neoliberalismo proscribe toda injerencia del Estado como elemento perturbador de la economía, cual si pudiese existir orden interior, ejército, salud, educación, cultura, ciencia, tribunales, jueces, y otras muchas actividades sin el Estado y sus leyes.Este, desde luego, con su rigor y fuerza coercitiva, estorbaba a los que como Marx, Lenin y otros teóricos veían en él un instrumento de los explotadores para imponer el odioso sistema capitalista, y concibieron la idea de convertirlo en instrumento de la Revolución en la etapa de transición hacia una sociedad enteramente nueva.Colonialistas, capitalistas e imperialistas han creado sus códigos de conducta e impuesto sus valores. Hablan de libertad, democracia, derechos humanos, etcétera. En Estados Unidos, después de su fundación, millones de seres humanos continuaron trabajando como esclavos, a los cuales el creador no había concedido ningún derecho como estipulaba la Declaración de Philadelphia. Durante casi 100 años eran mercancías que se compraban y vendían en el mercado, y durante otros 100 años después de la guerra civil, sufrieron atroz discriminación y marginación. Hoy constituyen todavía junto a los indios, y los latinoamericanos, los ciudadanos más pobres que pueblan las cárceles estadounidenses y realizan los trabajos más duros y peor remunerados.No se subraya que miles de millones de personas en el mundo sufren ignorancia, desempleo, subdesarrollo, enfermedades que reducen sus vidas a dos tercios o a la mitad, y a veces menos, que la que disfrutan los países ricos.A los viejos problemas se añaden otros como el tráfico de drogas, el crimen organizado, el robo de cerebros y la emigración ilegal. Hasta las mentes de los seres humanos tratan de someterlas a través de los medios de comunicación masiva y las técnicas más modernas de la llamada industria de la recreación.¿Sobre qué base se sostiene ese orden? Sobre la riqueza y la fuerza. Disponen para ello de todo el dinero del mundo y de los medios más sofisticados de fuerza militar. Son además los grandes productores y exportadores de armas que no implican amenaza alguna para su hegemonía mundial, pero alimentan las guerras locales, las ganancias de las multinacionales y la dependencia de sus aliados.Imprimen las divisas requeridas por el comercio internacional en cantidades que no conocen límites, adquieren con ellas propiedades para sus multinacionales, recursos naturales, y los frutos del sudor de los pueblos, para sostener las sociedades de consumo y despilfarro que han creado.Estados Unidos, además, mantiene un control monopólico sobre los organismos internacionales de crédito e inversión.Cuando estas inquietudes rondan las mentes de muchos millones de personas en el mundo, que no se dejan envolver por las mentiras proclamadas, llegan constantemente noticias sobre otras realidades.Por ejemplo: las multinacionales norteamericanas en el 2004, último año que consta en las estadísticas, obtuvieron en el exterior ganancias por 700 mil millones de dólares, por las que pagaron al fisco norteamericano solamente 16 mil millones por descuentos, los cuales otorgan privilegios especiales a las empresas norteamericanas que inviertan en otro país, que son lesivas para las que lo hacen en los propios Estados Unidos creando allí empleos. La mera idea de la actual administración de reducir ese privilegio suscitó la protesta de importantes organizaciones empresariales de Estados Unidos, cuyo poder económico y político nadie discute.Podría constituir incluso un entretenimiento válido reunir un sinnúmero de noticias nacionales e internacionales que reflejan los privilegios nacionales que ese país ha impuesto al mundo. Hay políticos dentro y fuera de Estados Unidos que se ofenden si alguien se atreve a calificarlo como imperio, cual si existiera otra palabra que lo defina mejor.La otra cara de la moneda es todavía peor. En ocasiones se habló de las siete flotas con que Estados Unidos impone al mundo su potencia militar, apoyados en más de 800 bases militares distribuidas por el planeta. Guantánamo, cuyas prisiones y torturas impactaron a la opinión pública mundial, es solo una de las cientos de bases con que cuentan.Quizás pueda tenerse una idea del poder militar con que la superpotencia apoya el sistema económico y social impuesto a la humanidad, mencionando algunos datos recientemente publicados en la prensa especializada.El poder militar estadounidense se apoya en su arsenal nuclear.Posee 534 misiles balísticos intercontinentales (ICBM) Minuteman III y Peacekeeper; 432 de lanzamiento submarino (SLBM) Trident C-4 y D-5 instalados en 17 submarinos del tipo Ohio, y alrededor de 200 bombarderos nucleares de largo alcance que pueden ser abastecidos en el aire, entre ellos 16 invisibles B-2. Los misiles son portadores de varias ojivas. El número de cabezas nucleares desplegadas oscila entre 5 mil y 10 mil. Sus Fuerzas Armadas disponen de más de 2 millones de hombres. A esto se añaden cientos de satélites de uso militar y comunicaciones, que componen el escudo espacial y los medios para la guerra electromagnética.Rusia, la otra gran potencia nuclear, ha sido rodeada por armas nucleares ofensivas.Casi no habría que añadir una palabra más, excepto tal vez para recordar que gracias al monopolio del dinero y los recursos naturales, Estados Unidos anunciaba ayer por boca del principal comandante de la ciberguerra para el Pentágono, que ese país “está determinado a encabezar el esfuerzo global para usar tecnología de computadoras para disuadir o derrotar a enemigos, al tiempo que protege los derechos constitucionales de la población”. La noticia fue transmitida por la principal agencia norteamericana de noticias AP.¿Cuánta seguridad se puede buscar en el mundo de hoy? ¡Es una pregunta que no tiene respuesta!

Fidel Castro Ruz
Mayo 6 de 2009, 3 y 32 p.m.

5 May 2009

VUELVA BERESFORD LO PERDONAMOS

Alfredo Grande (APE)
http://www.argenpress.info/2009/05/argentina-vuelva-beresford-lo.html
“liberales del mundo responden... al gran pueblo argentino ataud”“Decisión del Gobierno de la Ciudad a partir de 2010 Quieren dictar Matemática, Física y Química en inglés Será desde 1er año del secundario. Cada escuela decide si aplica la medida. "Matemática, Física y Química se dictarán en inglés", anunció en Madrid el ministro de Educación de la Ciudad, Mariano Narodowski, donde participó en un seminario internacional sobre Educación Bilingüe. En Buenos Aires su oficina de prensa hizo la traducción: la idea es que a partir de 2010 estas materias empiecen a enseñarse en inglés en el primer año de las secundarias públicas porteñas que voluntariamente quieran sumarse a esta iniciativa. En ellas estas disciplinas ya no se darán en español. Una medida que, seguramente, dividirá aguas entre pedagogos, padres y docentes. "¿Razones?" "Tengo la certeza de que con esto mejoramos la calidad de la educación pública de la Ciudad", dijo Narodowski en el seminario organizado por el British Council. "Esta iniciativa apunta a avanzar con la educación bilingüe en las escuelas porteñas. Potenciar el inglés y mejorar su calidad", reforzaron desde el ministerio. La decisión de arrancar con Matemática, Física y Química, explicaron, es que "al ser más técnicas presentan menos dificultades para enseñarse en un segundo idioma. La idea es después sumar progresivamente otras asignaturas, obviamente para ser dictadas en ambos idiomas". (Diario Clarín 30/04/09)Hace algunos años, demasiados para la política on line más digna de tele comunicadores que de estadistas, el escritor Jorge Asís (el mismo que dijo que era menemista pero portador sano) intentó abolir de las marquesinas porteñas avisos en inglés. Lo abolieron a él, desconozco si sólo por ese intento de nacionalismo patoruzesco. Actualmente, el www.jefedegobierno.com, en la voz de los que tienen demasiada voz, su ministro de educación y valor, arremete con una genialidad que ni Pasteur ni Mendeleiev, el de la tabla, hubieran osado. El concepto guía es contundente: si es bilingüe es mejor. ¿Do you understand, poor argentine? El español no sirve para las ciencias duras. ¿Acaso no es irrefutable que una mente brillante fue la de un profesor que hablaba en inglés? Y que los dos premios nobel que ostentamos son los de la paz, que como todos saben es una palabra que en inglés se pronuncia “pis”. Y caca, podríamos agregar, porque la única paz que tenemos en estas tierras del gerenciamiento vecinal, es la de los cementerios privados y la de los countries. La Belsunce prueba que los daños colaterales no respetan clases sociales, pero seguramente estarán trabajando en ese problema. Frente al desguace de servicios esenciales en salud, educación, vivienda, con patotas de vicas (escala superior del pato vica) cuidando el espacio público que no puede ser para todos los públicos, suponer que un idioma, especialmente el idioma de los imperios, puede ser factor de excelencia, merece al menos un diagnóstico diferencial. Primero: confunde la palabra con la cosa. O sea: decir en inglés lo que se puede decir en español, idish, quechua, azteca (consultar con el guionista de Apocalypto, el bodrio que filmó Mel Gibson) arameo (consultar con el guionista de La Pasión de Cristo, el no bodrio que filmó Mel Gibson) lunfardo (lamentablemente aún Mel Gibson no filmó nada y ahora tiene que pagar un divorcio multimillonario... ¡¡hay cada paica en Hollywood!!) no asegura que el docente y el alumno eleven su calidad de aprendizaje. La cosa “conocimiento” es autónoma de la palabra con la cual a él accedemos. Los chinos, árabes, los mencionados aztecas, dispusieron de conocimientos fundantes de la cultura siglos antes que los europeos. Nuestros pueblos originarios tienen aún hoy, y a pesar de los genocidios que los cipayos parlantes cometieron en varias oleadas, saberes y poderes que nuestra soberbia occidental y cristiana impide aceptar y valorar. Segundo: privilegia la palabra a la cosa. Si todo fuera cuestión de idioma, cualquier poliglota sería sabio. Un traductor profesional dispondría del conocimiento universal, como lo pretendía la colección El Tesoro de la Juventud, lejano antecedente de la Wikipedia. Si bien la realidad no se paga de palabras, y todos sabemos que se las lleva el viento, aquellos que pueden pagar para que millones alucinen la realidad (va a estar bueno Buenos Aires, sin aclarar para quién, aunque ya nos vamos dando cuenta, y además cometiendo un deslizamiento de género, porque en todo caso la reina del plata tendría que estar buena) no tendrán obstáculo alguno en lanzar globos de ensayo a ver cuál es el grado de recepción de estas iniciativas cuasi delirantes. A confesión de parte, relevo de prueba. Empezarán por las ciencias duras porque son, para los Dioses del Olimpo Vecinal, políticamente neutrales. Es como el famoso chiste piloto para evaluar la intensidad de los que se pueden contar en una reunión. Si pasa ese, (el chiste piloto) pasan todos. Esto no es un chiste, pero es un leading case. Si lo dejamos pasar, pasan todos. Enseñar historia argentina, sociología, psicología, psicoanálisis, geografía, en inglés asegura el packaging y el merchandising que el imperialismo reclama para salir vía triunfo cultural de su impresionante derrota financiera. El ministro de british education pretende retrotraer la situación actual a la del virreinato de Sobremonte (Caramba, la idea de huir con los caudales públicos dejó secuela). Propone unas nuevas y renovadas invasiones inglesas, ahora mediatizadas por la bonhomía del lenguaje. Obviamente, el sistema predador sabe que la batalla actual es la batalla cultural. Y sugiere, propone, ordena empezar por el final: rendirse al enemigo. Quizá añore, sabiéndolo o no, poco importa, los maravillosos tiempos del generalísimo Franco, cuando a los valerosos vascos se les cortaba la lengua por usar el euskadi. ¿Qué lengua cortarán cuando los alumnos más lúcidos, hijos y nietos de las generaciones que enfrentaron a los militares y civiles genocidas, tengan como bandera de lucha decir: dos moléculas de hidrógeno y una de oxigeno: agua. Y rechacen decir, por profunda conciencia política y social, algo tan simple como water. Estemos preparados para la solemne recepción de algún tataranieto o chozno de Beresford. Lo perdonarán, lo designarán citizen ilustre y la internacional liberal unida seguirá encargando nuestros ataúdes. Lo impediremos con trincheras de ideas, como enseñara José Martí. Sin traducción al inglés.

4 May 2009

Las botas de taco alto

Por Sandra Russo

Siguiendo la ruta de una nota anterior, “Loca por las compras”, me encontré con un recuerdo. Pero antes de escribirlo, vuelvo a una idea planteada a aquella nota: el marketing de los shoppings está dirigido especialmente a las mujeres, y se apoya en los núcleos duros de expectativas que acarreamos desde que en nuestras infancias conocimos algunos cuentos clásicos, como La Cenicienta, La Bella Durmiente o Caperucita. No sólo han servido, esos cuentos, para que los parodien pésimas películas porno. También sostienen el impulso de volver a casa con algo que no necesitábamos y tampoco nos gusta taaanto. Las mujeres buscamos siempre el objeto mágico que nos está predestinado. El marketing de los shoppings se ocupa de que creamos que ese objeto está en venta y además es muy caro.

Hace unos años estaba dando vueltas muy temprano por el Alto Palermo, haciendo tiempo. En un local de ropa y zapatos vi a una amiga de una amiga mía. No nos conocíamos mucho, pero sí lo suficiente como para que yo estuviese enterada de que esa mujer, hermosa, de unos cuarenta años, con cara lavada, iba a internarse al día siguiente para que le sacaran un tumor que tenía alojado en un riñón. Me vio y tuve que acercarme. Yo estaba muy descolocada. No sabía qué decirle. Pero ella dijo:

–Mirá, si mañana me quedo en la operación, por lo menos me habré comprado estas botas.

Me dio una del par que había elegido. Eran de charol negro, con unos tacos muy finos y muy altos. Esas botas imposibles que usan las entrevistadas de Jorge Rial. Cuando la tuve en las manos me sorprendió que el cuero fuera tan finito, tan blando. Tenía la idea de que el charol era duro. Pero éste tenía siliconas. Las botas parecían rígidas, pero eran muy suaves. Debo haber puesto cara de sorpresa.

–Ah... ¿viste? –me dijo ella, riéndose–. Probátelas –me pidió.

Yo no tenía tiempo y andaba en zapatillas. No me dio tiempo a contestar. Se sentó en una butaca blanca y se las probó ella. Esa mujer que sabía que al día siguiente iba a pasar por la experiencia límite de esa operación puso en marcha otra operación, en este caso de símbolos, que presencié. Con su saquito rojo con botones de nácar y su pollera escocesa que terminaba apenas arriba de las rodillas, ella parecía con esas botas puestas una imagen arrancada de esas revistas para vestir a la muñeca. Las botas, para decirlo claro, eran botas fetiche, botas de Gatúbela, de puta. Nunca volvimos a hablar sobre el tema. Pero el recuerdo de esa mujer comprándose esas botas la mañana anterior a un día tan clave y temido, me quedó dando vueltas. No sé qué recorrido hicieron esas botas por su vida, que siguió y sigue muy bien. Pero a mí me quedó en la cabeza esa imagen, la de la desesperación que en lugar de solamente estremecer también abre una compuerta, desbloquea. No sé qué habrá buscado esa mujer aquella mañana, pero siempre sospeché que era el objeto mágico. El objeto que estaba allí esperándola, en una espera ficticia, que es la de todos los objetos.

Lo interesante no eran las botas, claro. Era su elección. El tono del llamado que ella escuchaba. Quizá una parte de sí que había quedado obstruida. Quizá algo atisbado con el rabillo del ojo, algo del orden de la ligereza más profunda.

Nuestra relación con los objetos, sobre todo los que nos ponemos sobre el cuerpo, nos habla tanto que a veces aturde. El consumo de imagen está tan incorporado a nuestras maneras de pensarnos, que apenas se despega un poco es muy interesante ver con qué clase de adhesivo lo llevamos pegado.


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Chanchos con elecciones

Por Eduardo Aliverti

Da un tanto de (falsa) vergüencita entrometerse con cuestiones políticas domésticas, cuando buena parte del mundo parece completar la obra de su pandemia económica con otra virósico-porcina de alcances, por ahora, igual de impredecibles.

De hecho, por fuera de quienes protagonizan el microclima de acuerdos y desarreglos electorales, quedaron muy pocos resquicios mediáticos que no se dedicaran en forma obsesiva a barbijos, aeropuertos, vacunas antigripales y modos de contagio. Casi desapareció el dengue, sin ir más lejos, y no por razones estacionales. De entre 20 y 100 mil infectados, según se tomen las cifras oficiales u oficiosas, a prácticamente la nada. Para no hablar de “la inseguridad”, que de la noche a la mañana se ausentó de los grandes titulares gráficos y audiovisuales como sucede, siempre, cuando no hay algo mejor para provocar bombazos. Por supuesto, no hay esperanzas de que esos abruptos desvanecimientos habiliten alguna reflexión masiva en torno de cómo se manipula la información, ya sea por razones de intereses político-corporativos o de mero impacto dramático. Pero se supondría que todavía quedan mentes despejadas, en condiciones de preguntarse cómo puede ser que de un momento a otro las noticias salten de aquí para allá sin ton ni son aparente. Del delito urbano a los mosquitos, del paco a la cotización del dólar y de los mosquitos a los chanchos. ¿Es tan difícil advertir que el vector de todas esas impresiones es el miedo? El fogoneo del miedo. Tengamos miedo, es la orden no escrita. Miedo del otro, miedo de salir a la calle, miedo de que la economía se derrumbe, miedo al estornudo, miedo a que nos dejen sin trabajo las empresas que la levantan en pala, miedo a unas líneas de fiebre. Miedo. Cuanto más miedo, más reclusión. Cuanta más reclusión, menos agrupamiento social y menos solidaridad. Fórmula eficaz, cómo que no: asustar a la gente. Porque gente asustada es más o menos igual a gente que cree/apoya/vota al primer mago que el imaginario de los asustados quiera imaginarse como tal. ¿Nadie repara en si acaso no hay negocio ideológico, y luego o antes pecuniario, en que cada vez tengamos más miedo? ¿Tan pocos son los que se detienen a dudar, aunque sea, de los beneficiarios del temor permanente? ¿Quiénes manejan vacunas, empresas de “seguridad” privadas, antivirales, pánicos financieros? ¿Quiénes conducen los medios que sobreactúan todo eso? Y así sea que todo eso se monta de manera cierta en peligros que provienen de profecías autocumplidas, ¿cuántos se preguntan quiénes son los montadores antes de, simplemente, sucumbir ante el miedo?

Preguntas, todas, que semejan a abstracciones porque, como quiera que sea, es complicado escapar al miedo o no tener, al menos, interrogantes angustiosos. Entonces uno se remite a científicos, cientistas sociales, economistas, infectólogos, relatores de las Naciones Unidas, en la presunción de que sólo ellos tienen o podrían tener las respuestas. Uno mismo se vence y (se) dice “dejémosle las contestaciones (técnicas) a ellos”, porque nadie o pocos se convencerán de que las respuestas son, finalmente, políticas. De conducción política. De para dónde va el mundo con este capitalismo depredador. Y la política criolla, desde ya, queda bien lejos de esas respuestas o planteos, aunque cabe reconocer que, tanto aquí como en una muy buena porción de América latina, hay mínimamente –y hasta un poquito más también– cierto debate ideológico del que carece el resto del orbe. Es la única región donde “pasa algo” en ese plano. Pero el problema consiste en que la temperatura electoral disminuye o pulveriza, como ahora en Argentina, las probabilidades de advertirlo. No porque no pueda notárselo apenas se raspa la cáscara, sino por el modo en que se lo expresa.

Los K vienen de cometer la grosera tontería de plantar como eje que se trata de ellos o el caos, mediante una táctica que profundiza lo iniciado con las candidaturas “testimoniales”. Jugar a todo o nada a través de esos artilugios es justamente lo que podría generar serias convulsiones institucionales, porque en caso de una derrota –que aparece factible o con números que serán susceptibles de ser leídos como tal– habrán echado por la borda todo lo que acumularon. Y, paradójicamente, son ellos mismos quienes desmentirían que esa acumulación fue real, si es que una caída en comicios parlamentarios desata una catástrofe como la que prenuncian. ¿Querría decir que las cosas quedarían, por ejemplo, como para De la Rúa y la Alianza después de las legislativas de octubre de 2001? Pues vaya con lo mal que hablaría eso de la fortaleza conductiva del kirchnerismo. Porque además son también las propias tropas oficialistas quienes insisten, con tanta exageración como buenas razones, en la solidez que presenta la economía (reservas, superávits gemelos, inconvenientes de financiamiento solucionables, etc.) frente a la crisis internacional. ¿Cuál es, en consecuencia, la sensatez de meter miedo también en esto? ¿No sería mucho más eficiente desdramatizar el tono, mostrándose seguros de que lo actuado hasta aquí es lo que permite quedar a salvo de amenazas graves cualquiera sea el resultado electoral? La contestación suena afirmativa, tanto como que posiblemente ya sea tarde porque se los ve cebados.

Este talante del kirchnerismo, por lo pronto, le cae a la oposición como anillo al dedo, porque le despeja la responsabilidad de ofrecer alternativas explícitas, obvias en lo ideológico pero desconocidas en la acción de medidas concretas (como no sea para cortejar a los campestres en todas sus pretensiones, hasta el punto de haberlos sumado a sus filas directamente). Baste como modelo la respuesta de Macri a la aseveración de Kirchner, acerca de que el país explotará si pierde el oficialismo. “Sí, explotará pero de alegría...”, contestó con sagacidad quien vive de franco para, con ello, darse el lujo de reducir el cotejo de ideas a un mero juego de frases maximalistas, o ingeniosas, o chicaneras. ¿Qué mejor que quedarse a descansar allí en lugar de someterse a la exhibición específica de que tanto la variante del conservadurismo antiperonista, encarnado en radicales y Coalición Cívica, como la del peronismo liberal de De Narváez, Macri, Solá y adyacencias, significan efectivamente el retorno a lo que el país ya probó?

Con las cosas así de distorsionadas gracias a los errores oficiales, es muy probable que, también en efecto, muchos, quizá la mayoría, no perciban que se trata de la restauración conservadora o de profundizar un cambio tímido, si se quiere muy tímido, pero con rasgos positivos (o algo más que eso en la comparación con lo ya experimentado). Aun cuando esa restitución liberal no suponga la calamidad que azuzan los K sino, sencilla pero contundentemente, la vuelta a un país más injusto de lo que ya es.

14 Oct 2008

mi amor


con mi amorcito cuando nos fuimos de vacaciones a las sierras. te amo tito besotes

16 Aug 2007

8 Aug 2007



bueno y aqui concluye nuestra sesion de subida de fotos, espero que les haya gustado. Esto es parte del "house of parliament", el basurero de londres donde 600 tipos definen el destino de los ingleses, los irakies y una parte considerable del mundo. La otra parte donde se define es en guashinton. El big ben y todo lo otro es parte de el edificio que data de antes del 1600 (no tengo la fecha precisa, solo que en 1666 se incendio casi todo y tuvieron que reconstruirlo, el incendio fue de aproximadamente 6 kilometros de la ciudad que por aquel entonces era-obviamente- bastante mas pequeña)